Protección contra el malware
El uso de Internet, el correo electrónico, las aplicaciones, los dispositivos y los soportes de almacenamiento constituye una de las bases de la actual sociedad del conocimiento. Sin embargo, a su vez, estas herramientas son las principales fuentes de infección de malware. Para mantener la información y los dispositivos protegidos, es necesario utilizar diversas herramientas de seguridad (antivirus, cortafuegos,
antispam, etc.), así como adoptar políticas de seguridad para gestionar contraseñas, cifrar la información, etc.
Políticas de seguridad
La política de seguridad de un sistema informático es el conjunto de normas y procedimientos que definen las diferentes formas de actuación recomendadas, con el fin de garantizar un cierto grado de seguridad.
Es imposible hablar de sistemas cien por cien seguros porque, entre otros aspectos, el coste de la seguridad total es muy alto. Por esta razón, muchas empresas, además de utilizar herramientas de seguridad, crean planes de acción en sus políticas de seguridad, con el propósito de concienciar a cada uno de los miembros de la organización sobre la importancia y la sensibilidad de la información, ya que una de las piezas clave para preservar la seguridad de una empresa son las actuaciones de sus empleados. Además de las políticas de seguridad propias, la legislación establece medidas de carácter legal de obligado cumplimiento, como la LSSICE, la LOPD, la ley de cookies, etc.
Soluciones antivirus
Un antivirus es un software que tiene como finalidad prevenir, detectar y eliminar virus, software malicioso y otros ataques en el sistema. Reside en la memoria, analizando constantemente los archivos ejecutados, los correos entrantes, las páginas visitadas, las memorias USB introducidas, etc. En caso de amenaza, los antivirus muestran un mensaje al usuario con las posibles acciones que puede llevar a cabo: omitir el aviso, desinfectar el archivo, moverlo a la cuarentena o eliminarlo. Para detectar un software malicioso, estos programas utilizan una base de datos de firmas o definiciones de virus con la que comparan el código de los archivos. También suelen utilizar algoritmos heurísticos que advierten de comportamientos sospechosos que pueden corresponder a nuevos virus no reconocidos. Los antivirus actualizan constantemente sus definiciones de virus incluyendo nuevas amenazas que van apareciendo; por esta razón, es imprescindible que estén instalados en equipos con conexión a Internet. Algunos de los antivirus más populares son Avast, Avira, Bitdefender, ESE T, GData Kaspersky, McAfee y Norton. Sus desarrolladores también ofrecen suites de seguridad que, además del antivirus, incluyen prestaciones adicionales, como cortafuegos, control parental, antispam, protección de pagos, cifrado de datos de entrada, monitor de red, etc. Un ejemplo de este tipo de desarrolladores es Kaspersky Internet Security. Otra opción interesante (especialmente, en caso de infección) es utilizar antivirus en línea gratuitos, que permiten analizar el ordenador con la garantía de no estar infectados y, por tanto, que ofrecen gran fiabilidad en sus resultados.
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